Bilbao,
año 7 d.c. (después de la crisis).
Así, sin preámbulos, a palo seco, sin preámbulos, sin lubricante: ¿se puede
seguir siendo gay tras ver a Maika Makovski en directo? Después de la
experiencia del sábado por la noche en el Café Antzokia me han surgido ciertas dudas por primera vez en… ¿digamos más de
una década? ¡A estas alturas de la vida! Vamos, que ya no eres un adolescente
con derecho a dudas…
Nunca
había llegado a entender la obsesión del presentador matutino de Radio 3 por Maika Makovski cuando se pasaron
más de un año con el dichoso Teléfono
del rock. Me explico. A Ángel
Carmona, el locutor de “Hoy empieza
todo” (estupenda manera de empezar el
día, os lo recomiendo encarecidamente), se le ocurrió la brillante idea de
un teléfono que iría pasando de mano en mano de cantante a músico de músico a
cantante por toda la geografía española sin que se supiera nunca quién lo iba a
contestar cada jueves a las 8.30 de la mañana. O sea, que Carmona llamaba a ese
número y cada semana lo contestaba un artista diferente -al que se lo había
pasado el que lo tuvo la semana anterior- y el locutor tenía que adivinar de
quién se trataba a lo largo de una breve conversación. Todo muy lleno de “¿te
vi en el concierto de los… en el Sonorama?”,
me resultaba ligeramente petarding,
la verdad. Pero el más-difícil-todavía del caso es que la aventura sólo
concluiría cuando el teléfono lo respondiera Maika Makovski. Y claro, por
muchos que lo contestaban, de Loquillo
a Ariel Rot pasando por La Bien Querida,
Vetusta Morla |
Vetusta Morla, Love of
Lesbian, Berri Txarrak y todo lo
mejorcito del pop, indie, rock del panorama musical conocido y desconocido,
nunca lo contestaba la señorita Makovski (mitad
macedonia y mitad andaluza, de ahí su exótico apellido). Y yo no podía
entender esa fijación y reverencia por una cantante a la que no me había
detenido a escuchar demasiado…
https://www.youtube.com/watch?v=meLkBz9uWXk : “Language”, de Maika Makovski
Izaro Andres |
Pero
ay, colegas, la experiencia de verla en directo, en petit comité, la cercanía
de su interpretación acústica (guitarra o
piano, cadena atada al pie, ritmo marcado por los tacones, movimientos convulsos
a veces…), de su sonrisa y su risa floja (yo quiero lo que desayuna ella para ser tan feliz)… Ya nos habían
puesto en situación la parejita que la teloneó: Izaro Andres y su guitarrista, puro campo juvenil de amapolas,
entonando sus melodías en euskera, castellano e inglés, voz clara, presencia
sencilla, ¡bendita juventud! (como diría
mi madre). Pero cuando el torbellino invadió el escenario nos pilló
descolocados y nos costó adaptarnos a sus revoluciones. Fuerza positiva de la
naturaleza, sensualidad inabarcable, energía de altos hornos, sonrisa abierta
perenne, microvestido de leopardo rojo (mira
que ha vuelto con fuerza el animal print), melena
Assumpta Serna |
voluble, naturalmente
sexy y una voz que pasaba de los graves a los agudos sin inmutarse, que nos
envolvió sin darnos descanso, que nos hizo desear subirnos al escenario y estar
más cerca, para aspirarla, para olerla… ¡Qué mujer! Hacía mucho que no me pasaba
algo así... Como hombre casado con otro hombre no pude evitar plantearme de nuevo:“¿Seremos todos en el fondo bisexuales como insisten ciertas teorías?” (Puff, creo que la última vez que me atenazaron
estas dudas existenciales fue hace ya años cuando entrevisté a Assumpta Serna y me quedé exactamente
igual de prendado que en este concierto)
https://www.youtube.com/watch?v=wPv6JA9LaYY : “Downtown”, de Maika Makovski
A
lo largo de sus canciones pasamos de encontrarnos en un bar de carretera de la
América profunda a poner el pie en un cabaret de Las Vegas, de pensar que
tenías delante a la mismísima Kate Bush
a escuchar el inicio de una de Super
Tramp... Me acordé de que hace un par de temporadas la Makovski había trabajado
en una obra de teatro con Juan Echanove,
otra gran fuerza (esta vez de la
interpretación) y me arrepentí de habérmelos perdido. Está claro que algo
está pasando en el indie español, porque es verdad que en los últimos años ha
subido el nivel y mucho: Neuman, Tachenko, La habitación roja, Love of
lesbian, Niños Mutantes, Jero Romero… Pero también Annie B Sweet, Tulsa, La Bien Querida, Russian
Red… Y desde luego Maika Makovski. El indie, aunque lo parezca a veces, no es
sólo dominio de hombres. Cada vez hay más voces de mujeres que se comen el
escenario, que las oyes en entrevista y te das cuenta de que también se comen
la vida. Como tiene que ser.
Annie B Sweet |
Tulsa |
Russian Red |
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