Las guillotinas vuelven a la calle... |
Nacho Duato |
Tendremos
que recurrir a youtube para ambientaros.
Así que seguid este link (pegándolo antes
en otra pestaña, claro) y escuchar a “Foster
the people”, con su hit “Pumped up kicks”.
Las
olas me retrotrajeron hacia algo que me contaban hace poco. Uno de mis amigos
del instituto, Javi (os podéis imaginar
la cantidad de años que hace que nos conocemos y el montón de experiencias que
hemos compartido) me confesaba hace unas semanas… ¡¡¡que había experimentado
un viaje en el tiempo!!! Así, como lo oís… Bueno, en realidad, no exactamente.
Pero casi. El caso es que viajó hacia atrás en el tiempo, hasta un día muy
especial para nosotros, uno que compartimos con un grupo de compañeros de clase…
¡¡¡en 1º de BUP!!! (abajo la LOMCE) Fue un día que recordamos todos porque supuso la primera
salida que hicimos juntos los que luego nos convertiríamos en la cuadrilla del
instituto. O por lo menos algunos de ellos. Nos juntamos unos 10 y nos fuimos a
la playa a pasar el día, con comida, baño y todo tipo de anécdotas
inolvidables. En mi memoria ha quedado grabado como una especie de mini
episodio de “Verano azul”, pero sin Chanquete ni Julia que le dieran el
toque sensato... La horrible permanente que Amaia se acababa de hacer, las
risas histéricas pero comprimidas de Marisa, el seco sentido del humor de las
bromas de Calderas, el romanticismo de la melena de Izaskun (sí, yo todavía no había descubierto a los
chicos y me producía gorgoritos en el estómago cada vez que la veía)… Todos
nos quemamos sin remedio y a la mañana siguiente nadie se podía levantar de la
cama. Volvimos el lunes al instituto rojos como cerezas pero con la sensación
de que la vida estaba empezando…
Os
podéis imaginar la envidia que me dio cuando mi amigo me contó que había tenido
el privilegio de volver a vivir aquel día. Aunque fuera sólo en un sueño. ¡Qué
suerte la suya! ¿No os apetecería a veces poder volver a vivir ciertos momentos
del pasado tal y como fueron…? Escuchar las voces, respirar el aire, ver las
caras, disfrutar de aquel momento tan añorado… Pues Javi lo hizo. Revivió el
día entero, con los chistes, las risas, los rostros frescos de la primera
adolescencia, de no haber sido marcados aún por nada… Con nuestro acné,
nuestros espantosos cortes de pelo, los cuerpos aún sin formar y toda una vida
por vivir. Esa alegría que sólo se puede vivir en estado puro a esa edad… Pero
el sueño no se quedaba ahí. Continuó. Javi se metía al agua mientras todos nos
quedábamos en la orilla, y desde su posición privilegiada (al fin y al cabo era el protagonista del sueño) pudo ver con
horror que se acercaba un tsunami. Y
en medio del pánico intentó avisarnos para que huyéramos, pero la ola avanzaba
sin remedio y nosotros no le escuchábamos…
Vosotros
sí que podéis escuchar esta otra canción, muy en la línea, de Peter Bjorn and John: “Young folks”.
Juventud, divino tesoro... |