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miércoles, 21 de noviembre de 2012

Buenas noticias, a pesar de todo



Bilbao 2012, año del fin del mundo. Esto es ya una realidad, una verdad de Perogrullo, una redundancia… porque hoy en día, un año después del inicio de este gobierno fascista, todo el mundo sabe que la vida, tal y como la conocíamos, se ha terminado. ¿Qué vendrá después? Nadie lo sabe. Probablemente dependerá de nosotros mismos, de nuestras reacciones. Pero lo que sí es cierto es que hay en este momento mucha gente que lo está pasando realmente mal. Gente que se tira por las ventanas porque no puede pagar su hipoteca. Exactamente igual que ocurrió hace casi un siglo, en la conocida como la Gran Depresión, cuando la gente que se arruinaba optaba también por arrojarse al vacío. Nunca pensamos que nos iba a tocar vivir algo parecido. Nos habíamos acostumbrado a una realidad en la que todo iba siempre a mejor, de hecho, sólo podía ir a mejor y cada generación estaba destinada a vivir con muchas más comodidades que sus predecesores. Pero eso ya no es así. De repente estamos siendo testigos de una regresión hacia una sociedad y un tipo de vida que cada día se parece más a lo que nos contaban nuestras abuelas de la posguerra. Y no solamente por la escasez económica, sino por la pérdida de derechos civiles. ¿Quién nos lo iba a decir, verdad?

Pero en las últimas semanas ha habido también motivo de alegría. Sí, aunque parezca casi imposible. En los cómics Marvel, el mutante Estrella del Norte se casaba con su novio (del mismo sexo, si no de la misma constitución genética ni del mismo color de piel). Y lo mejor de todo es confirmar que si lo hubieran hecho en España, ese matrimonio sería hoy en día válido y ratificado por el Tribunal Constitucional, muy a pesar de los mismos fascistas de siempre que nunca han creído en la igualdad total (a ningún nivel, ni la de los gays ni la de las mujeres ni la de los pobres ni la de la clase media). Así que no puedo más que felicitar a mi marido por seguir casado conmigo y a mí mismo por no haber sido salvajemente divorciado por unas leyes que cada día nos resultan más ajenas. Por cierto, que aprovechando esta boda mutante gay, en EEUU (ya sabéis que a extravagancia no les gana nadie) se celebraron montones de bodas del mismo sexo… ¡en tiendas de cómics! (y yo que pensaba que la mía había sido original…)

Otra buena noticia. ¡Los jueces tienen corazón! Sí, aunque parezca mentira, hasta ellos se han posicionado en contra de los desahucios y de la política de este gobierno en ese tema (tampoco el anterior hizo nada por solucionar este lacerante abuso de los bancos). Pero el gobierno fascista sigue en sus 13 y tiene muy claro que aquí, sólo hay que ayudar a la banca. Para que sigan arruinándonos. He de confesar también mi sorpresa ante el apoyo de numerosos ayuntamientos hacia los que viven cada día con la incertidumbre de que lleguen los banqueros con sus trajes a medida para echarles de sus casas. Se trata de una iniciativa que empezó con el alcalde de Santa Cruz de Tenerife, que amenazó a los bancos de su ciudad con que si continuaban con un solo desahucio más retiraría todo el dinero del ayuntamiento de esas entidades. Varios colegas suyos han seguido su ejemplo. Y nunca mejor dicho, porque es ejemplar. Quizá si todos los ciudadanos hiciéramos lo mismo y cada vez que nos enterásemos de un desahucio corriéramos a ese banco a retirar nuestro dinero, los banqueros con sus trajes a medida se lo pensarían dos veces. Me han contado un caso de un sitio donde un banco decidió quedarse con el edificio donde había un centro de la tercera edad. Y los jubiletas (tan originales ellos, y va sin segundas) se pusieron de acuerdo y se plantaron todas las mañanas en la sucursal del banco a bloquearla de una manera muy inteligente: llegaban a primera hora y hacían cola, pedían 200 euros y se volvían a poner en la cola para ingresarlos, y así sucesivamente, con lo que no permitían el funcionamiento normal del banco. Consiguieron su objetivo y el banco reculó. Yo conozco a muy pocos banqueros. Es más, en realidad sólo conozco a dos. Y uno de ellos es un corrupto que incluso ha perdido su trabajo por los negocios sucios que se traía (me imagino que no a favor de la entidad, si no, seguro que le hubieran ascendido). El día de la muerte de la última mujer que se suicidó (esta vez en Barakaldo), fui testigo de una manifestación de semejante envergadura cruzando las calles de esta población que no veía desde que estaba en 1º de BUP (sí, a principios de los años 80) y explotó la caldera de un colegio de Ortuella, dejando alrededor de 50 víctimas infantiles. Igual dolor e indignación recorría aquella noche las calles de Barakaldo. El gobierno sabe que el pueblo está indignado y no le importa. Si no, no habrían suspendido el día de puertas abiertas que anualmente celebra la divina Constitución (sí, aquella que ellos no querían aprobar y a la que ahora se aferran como si fuera la biblia). Obviamente tienen miedo a que el pueblo entre en su centro de poder por si pretende quedarse con él. Quizá la mala publicidad que esto les daría en Europa no les apetezca demasiado. Aunque últimamente estoy empezando a pensar que lo que realmente quieren es que haya una revolución, porque eso les daría la excusa perfecta para echar el ejército a la calle y quedarse con el poder de por vida, cumpliendo así su sueño de continuar el poder franquista. Si no, no se entiende que estén gobernando tan a ciegas y tan de espaldas al pueblo, sin miedo ninguno a las consecuencias de sus actos. A mí, sinceramente, me daría mucha vergüenza que allá donde fuera me recibieran con pitidos, insultos y abucheos. ¡Ah, se me olvidaba! Que los políticos no tienen vergüenza. Como los banqueros. Ni corazón. Ellos nunca se equivocan, jamás admiten errores y, desde luego, ni siquiera contemplan la posibilidad de dimitir. Y si no, que se lo pregunten a mi favorita, Ana Botella, la indigna. 

Y aún ha habido una buena noticia más. La victoria electoral de Obama. Sí, ya sé que no es lo perfecto y que de lo que promete se olvida muy rápido (al fin y al cabo es político, ¿no?, ¿qué esperamos?). Pero hay que reconocer que es el menor de dos males mayores. Y uniéndolo con la primera buena noticia, ha sido el primer presidente de EEUU que se ha manifestado a favor de los matrimonios entre personas del mismo sexo. Cada uno barre para casa (lo digo por mí, no por él). Me imagino a Marilyn cantándole un sexy “Congratulations” en lugar de su inolvidable “Happy birthday, Mr President”. Por cierto, que en uno de los capítulos de la segunda temporada de Breaking Bad, la embarazadísima y rubísima esposa hace una muy buena imitación de la estrella rubia por antonomasia, cantándole el “Feliz cumpleaños” a su atractivo jefe con el que flirtea. Ahora habrá que ver qué hace el reelegido presidente norteamericano con la nueva crisis (por no decir guerra) entre palestinos e israelíes en la franja de Gaza. Históricamente ellos (los americanos) siempre han apoyado a Israel. Será por la cantidad de judíos económicamente poderosos que hay en EEUU y a los que ningún presidente quiere (o se atreve) a ahuyentar. Yo estos días no puedo dejar de pensar en las familias palestinas que conocí durante mi experiencia de este verano. Y entiendo perfectamente su rebelión contra aquellos que se lo han quitado todo y encima siguen oprimiéndoles.

Pero sigamos con las buenas noticias. Me he enterado recientemente que por los círculos de Hollywood lleva décadas circulando un amago de intento de truño de continuación de la mítica Casablanca. ¿Os imagináis? Después de aquel inolvidable final en el aeropuerto, ¿qué más podía ocurrir sin romper la magia? Pues sí, el dólar sigue apareciendo en las pupilas de los productores que, gracias a los dioses, nunca han conseguido sacar adelante el proyecto. La verdad que la historia que escribieron al poco de comprobar el impacto mediático de la original, no tiene desperdicio (para cualquier plató de Sálvame, claro). La pobre Ilsa (Ingrid Bergman) llega a EEUU embarazada de Rick (Humphrey Bogart) (¿os imagináis eso en la pacata sociedad de los años 40?). Total, que el tiempo pasa y el hijo crece y se convierte en un revolucionario como su padre, al que busca en no sé qué guerra… En este punto ya perdí el interés porque parecía más “El hijo de Robin Hood” que una continuación de Casablanca. ¿Cómo se atreven? Pero ya puestos, me acordé que hace años mi truculenta imaginación también dio a luz una continuación muy sui generis que además unía ese título con otra de mis pelis favoritas de los 40. ¿Adivináis cuál? Pues sí, como diría el mismísimo Humphrey: “de todos los locales de Buenos Aires, tuviste que entrar en éste…” Y es que no sé si recordáis el argumento de Gilda, pero la trama se desarrollaba en un cabaret de la capital argentina donde los protagonistas se reencontraban y luchaban contra un malísimo nazi. Bueno, pues en esta continuación, Ilsa desembarca en Buenos Aires y, no me preguntéis cómo, acaba en el local de Gilda, donde evidentemente llegará Humphrey buscándola y, junto con el amante de Gilda, el soso Glenn Ford, (y tras una cierta desconfianza inicial de éste hacia los recién llegados) seguirán las dos parejas combatiendo a los malos nazis (como ya hicieran por separado en sus respectivas películas)¿No os parece mucho más interesante? Desde luego tendría algunos toques de Encadenados, de Hitchcock, que también transcurría en Buenos Aires y que también protagonizaba la Bergman (de la que el gordo y genial director aparentemente se enamoró, como siempre hacía con sus actrices rubias, ¡qué fijación!). Y así, con este toque mitómano, os dejo. No sin antes recordar un sentimiento agridulce que me invadió esta semana cuando vi unas imágenes de “Los payasos de la tele”, que ilustraban la muerte de Miliki. Me dejé llevar por la nostalgia. Pero no porque a mí me gustasen particularmente los payasos, más bien me parecían aburridísimos y lo que yo quería era que se acabaran para poder ver Espacio 1999 o incluso la empalagosa sonrisa de otra inolvidable para nuestra generación: Mª Luisa Seco. Sus pantalones de campana quedaron impregnados en mi memoria mucho más que las narices (algo fálicas, todo sea dicho) de los payasos. Pero reconozco que al ver esas imágenes en blanco y negro con todos los niños ilusionadísimos contestando al consabido “¿Cómo están ustedeeeeeeeeees?”, no pude evitar pensar en lo lejos que estamos ya de aquellos días de inocencia infantil en los que merendábamos un bocata de Nocilla o de mantequilla con azúcar mientras hacíamos los deberes. Había sólo un canal de televisión y todos comentábamos los programas en el patio del colegio al día siguiente mientras intercambiábamos preciados cromos de alguna colección ya olvidada... En fin, que os recomiendo que os pongáis una peluca rubia platino y una nariz roja con forma de pene para que le cantéis el Happy Birthday al mutante gay Estrella del Norte mientras en el fondo de la sala Rita Hayworth se quita un guante negro lúbricamente ante la sonrisa medio avergonzada y semivirginal de la sueca Ingrid Bergman y Humphrey Bogart, con el cigarrillo en la boca, lucha incesantemente contra el gobierno fascista de un país bananero llamado España…

            

martes, 15 de mayo de 2012

Una ciudad rojiblanca


©RM
©RM
Bilbao 2012, año del fin del mundo… Pero quizá aún haya esperanza. ¿Por qué? ¿Será porque la izquierda gobierna en Francia y le lleva la contraria a la gran panadera alemana? ¿Será porque los chicos del 15M vuelven a tomar las calles y la policía vuelve a tomarles a ellos haciendo uso de aquella ley que prohíbe grupos de más de 20 personas y que creo que surgió para combatir el terrorismo años ha? ¿Será porque Obama se ha convertido en el primer presidente americano en apoyar el matrimonio gay? ¿O será porque el sol vuelve a brillar en esta brumosa ciudad después de que en abril lloviera 29 de los 30 días que tiene en el calendario? En realidad la esperanza es que en Bilbao, capital portuaria (o casi), industrial, vasca, rebelde, independiente, separada… ha vuelto a brillar con la unidad de sus gentes. Por encima de la ideología política, por encima de la clase social o incluso de la procedencia o la identidad sexual, Bilbao ha demostrado que miles y miles de personas pueden echarse a la calle bajo una única bandera: la rojiblanca. La ciudad entera (y alrededores, o sea, el Gran Bilbao, ¡qué bonita expresión!), como demuestran las fotos que acompañan hoy esta entrada, se tornó rojiblanca. Nunca había visto yo algo parecido, tanto fervor, tanta alegría y unión… (tenéis que recordar que llevaba más de 20 años fuera de aquí) Fachadas enteras cubiertas con las banderas, familias en la calle, cuadrillas, desconocidos, todos unidos con un único grito: “Aupa, Athletic”.

Cualquiera que me conozca mínimamente sabe que a mí, el único momento del fútbol que me interesa, es aquel en el que los jugadores se atreven a quitarse las camisetas mojadas… Y siempre me quejo de que no haya más primeros planos (al fin y al cabo, lo mío es el cine, como decía uno de los electroduendes en la añorada “La bola de cristal”, que yo
"Lo mío es el cine..."
me empeñaba en ponerles a mis hermanos pequeños para que me salieran modernos…). Pero es verdad que, en tiempos tan tristes y tremendistas como los que vivimos, que haya un motivo de alegría e ilusión para unir a todo un pueblo (generalmente separado) es digno de tenerse en cuenta. Y eso que yo no vi ni el partido (nunca he visto uno, lo confieso, hace poco me enteré de que los equipos, a mitad de juego, cambian de lado en el campo…). Pero el espíritu era contagioso, no he visto nada así más que en las Fiestas de la Semana Grande de Bilbao. 

©RM

Y ahí es donde me surge una pregunta. Si la vida se puede parar durante casi un día entero por un partido de fútbol, ¿cómo es que no se para también ante una reforma laboral y social que nos está dejando en bragas? ¿Cómo es que esa misma furia celebratoria que une a miles y miles de personas no se convierte en furia contra los tiranos a los que estamos dejando que se rían de nosotros? Nacionalizan los bancos que no funcionan para quedarse con sus deudas en lugar de hacerles pagar por sus errores, mientras sus directivos se van de rositas con pensiones millonarias. Sin embargo, las empresas públicas que funcionan, como los transportes públicos, los privatizan, para que los beneficios se los lleven otros y los usuarios empecemos a notar una bajada en la calidad del servicio (es lo que va a pasar en Bilbao con los autobuses urbanos, el Bilbobus pasa a manos de ALSA). El novio valenciano de una mujer china tiene que pagar millones por un tratamiento contra el terrible cáncer de su pareja, mientras la Espe se dedica a privatizar sus hospitales y a seguir inaugurando centros médicos que luego no llegan ni a usarse. Los ciudadanos tenemos que pagar nuestros impuestos religiosamente, mientras la religión católica, es decir, la Iglesia, no paga ni el IBI (sorprendentemente, los ayuntamientos que le están pidiendo que lo haga son del PP, está
Foto de El País
claro que ante el dinero no hay fe que valga…). Los detenidos en las concentraciones del 15M pueden ser condenados a penas de 2 a 4 años por resistirse pacíficamente (mirar sus rostros de estupor ante los excesos policiales), mientras que el yerno del rey seguro que se va de rositas tras, presuntamente, robar y robar dinero público. Y el presidente del Supremo se pegó no sé cuántas vacaciones en Marbella (por ahora se han comprobado 18) a cuenta del erario público (o sea, de nosotros). Y eso que el susodicho es confeso usuario de misa diaria (católica, se entiende) Pero luego los que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades somos nosotros, los currelas. Lo que no le evita al
©RM
Ayuntamiento de Bilbao gastarse más de 8.000 euros de dinero público para llenar la ciudad de banderitas del Athletic… Todo sea para animar la afición y el turismo. Lo único que tiene sentido en todo esto es que el caso del obispo de Alcalá de Henares, el infame Reig Plà, está siendo estudiado por un juez para verificar si incurrió en delito al difamar a todos los homosexuales en vivo y en directo, a través de su aparición en La 2 (pagada por todos nosotros, homosexuales o heterosexuales o bisexuales o trisexuales o multisexuales…) al vincular homosexualidad y prostitución (puede que en realidad la única manera de sexualidad que el tipo haya conocido sea ésa, la prostitución. Claro que, mejor eso que la pederastia a la que se dedican muchos de sus compinches…). Ya sólo el hecho de que se hayan abierto diligencias previas quiere decir que hay indicio de delito. Y mientras, el presidente del gobierno, para más inri, admite que todos los terribles recortes se están haciendo, “tarde, mal y a rastras”… Pues vaya seguridad que nos inspira…

Pero vayamos a por más buenas noticias. Como que los estudiantes de todos los niveles educativos de este país, estén a punto de realizar una huelga histórica el día 22 de mayo. Va a ser la primera vez que se unen en una protesta desde la educación infantil hasta la universitaria. Y es que la situación lo merece. La unidad hace la fuerza. Y si el ánimo de los leones puede paralizar una ciudad, el impulso del pueblo también puede paralizar un país. Echar un vistazo a este artículo publicado hoy en El País, que cuenta la experiencia de una ciudadana que simplemente pasaba por Sol camino de su casa. No tiene desperdicio. 


Foto de El País
Y para dulcificar el ambiente, os ofrezco el final de este culebrón hollywoodiense que es “Sublime Confrontación”. O lo que es lo mismo: “The Halcyon sisters”. Pero antes, poner este link en otra pestaña de vuestro buscador y usarlo como banda sonora. Se trata de Joan as police woman, un nombre extraño (hace referencia a la mujer policía interpretada en los 70 por Angie Dickinson, menudas piernas tenía) que esconde una voz divina. Tuve el placer de verla en directo el año pasado en Madrid. Disfrutadlo. 


©RM
"El origen de la rivalidad sólo pudo ser un hombre... Estrella invitada: Bette Davis como la señora Halcyon"
Dos hermanas nacidas en una familia rica. Una misma pasión: la interpretación, el teatro, el cine… Ya desde pequeñas organizaban sus propias representaciones en la mansión de los Halcyon, ayudadas por amigas del colegio y por las múltiples criadas que las adoraban. Su madre, estricta mujer multimillonaria (la gran Bette Davis), trató de desalentar semejante afición, no digna de su clase. Pero la pasión de las niñas pudo más. Estaban tan unidas que nunca se plantearon que iban a entrar en una de las profesiones más competitivas del mundo. Se adoraban y nunca pensaron que nada, ni nadie, pudiera interponerse en el cariño que sentían la una por la otra. La del pelo azabache y los ojos violeta, Miriam, tenía un carácter dulce y caprichoso, hacía que todo el mundo la adorase. La otra, Vivien, la del pelo casi pelirrojo, era más insegura, más retraída, pero poseía una sensualidad innata que desde muy joven volvía locos a los hombres. Las dos entraron a la vez en Hollywood por la puerta grande. La pelirroja ya se había vuelto rubia… Eran la combinación perfecta, una rubia platino y la otra morena ébano. Incluso interpretaron juntas algún musical de juventud con bastante éxito. Y hasta dejaron sus huellas juntas en el Paseo de la Fama….

Entonces llegó él, Steve (Montgomery Clift). Alto, moreno, guapísimo, con unos ojos
©RM
"Primero se casó con una..."
que casi podían competir con los de Miriam. Era educado, sensible, las trataba como a auténticas damas… Y claro, las dos se enamoraron locamente de él. Y allí empezó el problema. Las hermanas empezaron a negarse a seguir trabajando juntas. Es más, comenzaron a competir por los mismos papeles, llegando a las más oscuras artimañas para conseguirlos y así tener más éxito que la otra. Se volvieron locas por conseguir un oscar. Y todo se fue al garete cuando Miriam consiguió que Steve se casara con ella. Vivien no pudo superarlo. Se intentó suicidar varias veces, se casó con el primero que se lo propuso, se divorció, se volvió a casar, a divorciarse… Pero Miriam no era más feliz que ella. Su matrimonio no funcionaba y sólo ella sabía por qué. Sin embargo sus carreras iban lanzadas por encima de todas las estrellas del firmamento del celuloide. Se habían convertido en auténticos iconos de la década de los 50. Pero hacía ya tiempo que nunca aparecían juntas en público. Y se decía que en privado no se hablaban desde hacía años.

©RM
"...Y luego con la otra."
Miriam y Steve acabaron divorciándose. Y Vivien aprovechó la ocasión para ser el consuelo de Steve. O quizá ya lo fuera incluso antes del divorcio. Se casaron. Miriam nunca se lo perdonó. Pero la venganza era dulce. Porque ella sabía que ese matrimonio sería tan infeliz como el suyo. Ella conocía el secreto de Steve. Sabía que era un alma atormentada. Sabía quién era su único y auténtico amor…

“The Halcyon Sisters”, que aquí se iba a llamar “Sublime Confrontación”, nunca llegó a rodarse. Dicen que los enfrentamientos entre Marilyn Monroe y Elizabeth Taylor durante las primeras lecturas de guión fueron tan estruendosas como los de los personajes que iban a interpretar. Los productores se dieron cuenta de que el rodaje sería imposible. Además cada una exigía más dinero que la otra y entre las dos se hubieran comido el presupuesto entero de la película. El proyecto acabó en un cajón. Hasta que yo encontré estas fotos hace poco. En un antiguo cine de Bilbao transformado en apartamentos…  

©RM
"Pero él sólo podía amar a otro hombre..."