Secuencia 1. Exterior – día. Museo Guggenheim Bilbao.
©RM
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(Para
la banda sonora de esta historia tendréis que abrir en otra ventana el
siguiente enlace, omitir la publi y dejar que os inspire mientras seguís
leyendo) http://www.youtube.com/watch?v=7cTj_nLEim4
El elegante y canoso personaje llevaba un ritmo bastante
rápido, así que me vi obligado a acelerar el paso para no perderle de vista. Me
situé detrás con mi mejor cara de no haber roto un plato e igualé mi paso al
suyo. Así, como un tándem improvisado, pasamos por delante de una de mis tiendas
de muebles favoritas. Como no podía dejar de mirar su maletín, a punto estuve
de tropezarme con varios de los que por allí paseaban… Fue en ese momento
cuando a mi “víctima” le sonó el móvil (de
diseño, claro) y pude oír un par de claves, como ocurre en las películas de
espías o incluso en las del maestro Hitchcock.
Las dos palabras que acerté a escuchar eran: “entrega” y “cómic”. “Entrega” y
“cómic”… Resonaban en mi mente calenturienta mientras trataba de darle algún
sentido… Pero he de reconocer que al mismo tiempo me distraje con algunos de
los muebles de Home, que siempre me
imagino en la casa de mis sueños… Para cuando volví a mirar hacia delante el
corazón casi se me sale del pecho: Clooney había desaparecido. Miré a todas
partes pero era como si se lo hubiese tragado el asfalto. ¿Dónde estaba? ¿Y si
nunca había estado realmente allí? No sería la primera vez que sueño despierto…
“Entrega” y “cómic”… Vamos, esfuérzate, ¿cuál era la clave que me estaba
perdiendo? ¡Espera! ¡FLASHBACK!
Secuencia
2. Interior - día. Salón de mi casa.
Hace dos día había recibido un e-mail de mi tienda de
cómics habitual, Joker, en el que me avisaban de que hoy, viernes, habría la
presentación de un libro de historietas con la presencia del autor. ¿Sería eso
lo que quería decir Mr. Clooney con la palabra “cómic”? No me quedaba otra que
comprobarlo.
Secuencia
3. Exterior - día. Tienda de cómics
JOKER.
Me encontraba ya en la puerta. En el interior se veía
bastante gente… ¿Estaría él allí? Inmediatamente la atención se me fue hacia
las estanterías con los cómics Marvel,
lo reconozco, son muchos años ya de coleccionarlos. Pero no, tenía que
centrarme, escanear la sala… -¡Uy, ese cómic europeo no lo había visto nunca…!
Pero si está justo al lado de uno de Johnny
Hazard. Y otro de El Corsario de
Hierro… ¡Céntrate!- me dije a mí mismo. Y entré hasta el fondo de la sala,
donde Gorka Aranburu, el autor de “Basurilla”,
explicaba su obra a un grupo de adeptos embelesados. Pero no, entre ellos no se
encontraban ni el actor ni su maletín. ¿Habría estado ya allí y se habría marchado?
No, era imposible que le hubiera dado tiempo. Y claro, no iba a acercarme a los
dependientes (por muy enrollados que
sean, que lo son) y preguntarles: “¿Perdona pero, ha pasado por aquí George
Clooney con un maletín sospechoso?” Y en
ese momento caí. ¿Qué otra actividad relacionada con el mundo cómic estaba
ocurriendo en estos momentos en Bilbao? Y la luz se hizo.
Secuencia 4. Exterior – día. FNAC Bilbao.
"Pagando por ello" |
–Piensa, rápido, ¿en qué sección estaría lógicamente un
actor?
Así que me planté ante las estanterías de DVDs de cine y
televisión. Pero sólo encontré una estupenda copia de “Con la muerte en los
talones”, que no hizo más que aumentar mi angustia ante situación tan ridícula.
Me sentía como Cary Grant perseguido
por los mafiosos. Sólo que en este caso el perseguidor era yo. Siempre y cuando
pudiera localizar al objeto de mi angustia. Al cruzarse mi ojo con una película
de Frank Sinatra, caí en la cuenta.
Claro, Clooney es muy aficionado al jazz, para algo su tía era la famosa
cantante Rosemarie Clooney… Así que me fui derecho a la sección de música. Y
cuál fue mi sorpresa al encontrarme que, entre las habituales actividades de
FNAC, esa tarde se encontraba allí Amparo Sánchez (ex Amparanoia) presentando su nuevo disco. Una tía muy cercana Amparanoia, la entrevisté hace ya
varios años y se podía hablar con ella de tú a tú. Allí estaba, desgranando sus
letras. Y entre el público, sí, SÍ, ¡¡SÍ!! Estaba George Clooney. Pero de nuevo
me extrañó que nadie pareciera reconocerle (si
Amparanoia se da cuenta de quién está escuchándola seguro que le da un
soponcio). Bueno, peor para ellos -pensé– Yo a lo mío, a seguirle y averiguar
qué hace aquí. En ese momento, el actor recibió otra llamada y salió de entre
el público (¡qué educado, es como en las
películas!). Entonces vi que aún llevaba el maletín. Y entendí. La entrega
no se había realizado y le estaban dando nuevas coordenadas. Afiné el oído para
ver si captaba algo pero sólo pude escuchar un número: eight. “8” -pensé- ¿será
el número de un portal, de un local, de una partida de póker? Esto empieza a
parecerse cada vez más a una ginkana. Más me valía no perderle de vista esta
vez. ¿Será el actor víctima de un chantaje y estará el maletín lleno de dinero?
¿Habrán raptado a alguna de sus novias (o
novios, como afirman ciertos rumores)? –No te distraigas y síguele- la voz
de mi conciencia no fallaba y decidí comportarme como un auténtico detective de
cine negro...
(to be continued)
(to be continued)
©RM Amparo Sánchez presenta su disco |
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