jueves, 16 de julio de 2015

BBK Live forever




Bilbao, año 7 d.c. (después de la crisis). Hoy por primera vez tengo una estrella invitada como escritor de este post: Mel B, Dj y mi marido entre otras cosas. Así que no esperéis comentarios sobre política ni sobre Grecia ni sobre la ley del aborto… Ahí va, primero en español y luego en inglés.

Jesus and Mary Chain
No se puede criticar el criterio de los promotores al seleccionar el cartel que ha actuado en el Festival BBK Live. Está claro que si no quedaban bonos de tres días y las entradas para la noche del sábado estaban totalmente agotadas desde hacía tiempo, eso significa que la política de contratar un gigante como cabeza de cartel y luego rellenar el resto del line-up con dos o tres nombres más o menos conocidos, además de muchos –digamos- grupos menores, garantiza un evento con éxito financiero aunque quizá ligeramente desequilibrado. Mumford and Sons fueron la baza elegida para la primera noche, los veteranos Jesus and Mary Chain fueron la punta de lanza del viernes y el sábado les tocó a Muse el papel de la banda que la mayor parte de los asistentes de este año querían ver.
Yo este año me limité a las noches del viernes y el sábado. James Bay llegaba muy bien recomendado pero sus melodías (tan bien orquestadas) perdieron potencia sobre la palestra del festival. Luego vino una acelerada carrera hasta el escenario Bilbao para conseguir un sitio en primera línea de playa y poder disfrutar de Jesus and Mary Chain, que tocaban su álbum de 1985 “Psychocandy”. Dado su historial de retroalimentaciones de micros, los problemas de sonido con su tema de apertura “Just like honey” parecieron de lo más apropiado. Enseguida los superaron y la banda recorrió fielmente el álbum completo, con las potentes melodías excelentemente oscurecidas en una nube cristalina de pelusa guitarrera. El ritmo insistente del último corte del álbum, “It´s so hard”, sonó increíblemente contemporáneo, casi como un hit dance, proporcionando uno de los platos fuertes con un set que abarcaba cuatro singles de lujo: “April Skies”, “Head On” “Some Candy Talking” y un brillante “Reverence”. Fue una actuación que ciertamente cimentó el puesto de Jesus and Mary Chain en mi cielo rockero.

Alt J
Alt J fueron los siguientes. Para mi desilusión, si pulsas “Alt J” en mi portátil no ocurre nada. Pero parece que si lo haces en un Apple “salva el QSO (¿?) y crea un nuevo documento QSO (¿¿¿???)”. Como no tengo ni idea de lo que esto significa, me imagino que ocurre algo aleatorio en el Mac que lleva al usuario a una inesperada esquina del “mundo virtual”. No tengo muy claro que Alt J me llevase a ningún sitio de semejante envergadura, pero sus patrones entrelazados de sonido sí que tienen ese elemento aleatorio: nunca sabes muy bien hacia dónde se dirige una canción. Quizá esa sea la belleza de su música, pero puede confundir a la multitud de un festival que acabe encontrando la combinación de luces y sonidos más propia de la ceremonia de apertura para un nuevo Apple Store. Impresionante, interesante, pero, ¿era realmente material de concierto?

El sábado di la patada de salida con un rápido vistazo a los murcianos Neuman, que tocaron “Bye Fear/Hi Love” y, como suele ocurrir, sonaron menos pesados en directo de lo que suelen hacer habitualmente en Radio 3. Sin embargo me escapé pronto para juntarme
The Ting Tings
con unos amigos y ver a The Ting Tings, que hacían su segunda aparición en el BBK Live. Estábamos a mil metros de distancia pero el sonido era bueno mientras jugueteaban con “Great DJ”, “Shut Up and Let Me Go” y más tarde con su pequeña obra maestra “That’s Not My Name”. La actuación se rellenó con un DJ-mejor-no-me-hagas-caso destrozando el “Once In A Lifetime” de Talking Heads. Incluso la cantante, Katie White, se unió a la masacre, “arañando” el disco hasta hacerlo pedazos. Pero creo que los chavales disfrutaron con ese frívolo divertimento.

Of Monsters and Men
Lo siguiente, Of Monsters and Men. Pero había malas noticias: su actuación se acortaría “por motivos de salud”. Salieron al escenario y ninguno de ellos tenía una cara particularmente verdosa, pero para cuando llegó el tercer o cuarto tema creo que la mía sí que lo estaba. El caso es que, en vez de cortar el número de canciones, deberían haber cortado dos o tres minutos de cada una de ellas. Mientras un interminable tema seguía al anterior, los asistentes se iban poniendo nerviosos. Pero la deuda se condonó cuando consiguieron que todo el mundo coreara (como si estuvieran en el fútbol) la pegadiza y ubicua “Little Talks”. 


Muse
Después: un rápido vistazo a Bear´s Den, que sonaban impresionantemente hasta que sucumbieron a un atrevido momento de banjo tipo Mumford and Son. Y luego un instante de calma antes de lo que todo el mundo esperaba: Muse. Son grandes: grandes canciones, gran sonido, grandes luces. Matt Bellamy, el Eduardo Manostijeras del rock, jugó con las canciones y jugó con el público. Lo raro de Muse es que les encanta darse el gustazo de temas larguísimos con movimientos operísticos al estilo de “Bohemian Rhapsody”. Pero para mí, lo más genial que tienen son los singles breves y concisos. La segunda canción que tocaron fue “Supermassive Black Hole”, de tres minutos y medio, muy superior a la que abrió el concierto, “Psycho” (de siete minutos), y singles como “Plug In Baby”, “Starlight” o “Time Is Running Out” son sus momentos cumbre. El himno extendido que es “Uprising” comenzó los bises mientras la épica (y larga) “Knights Of Cydonia” completó la noche. No se puede criticar la actitud, la técnica musical ni el espectáculo; y el concierto de 17 canciones hizo que la multitud que había venido a ver a Muse se fuera a casa feliz. Con oídos y piernas cansadas, me uní a ellos, dejando que las generaciones jóvenes continuaran hasta el amanecer, un nuevo día post-BBK.

Kobetamendi durante el festival

2 comentarios:

  1. Crítica elegante y sabiendo de lo que se habla. Me encanta este blog !. En cualquier caso, no hacía yo a Mel muy de los Muse...y sobre todo, la antológica frase final:"...dejando que las generaciones jóvenes continuaran hasta el amanecer...". Señores, nos hemos convertido en francotiradores de la música. Atrás quedaron los "tour de force" de un montón de horas. No los echo de menos.

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  2. Parece que era un juego de palabras con las letras de uno de sus éxitos... Pero me temo que sí, los que quedan ahí delante ahora son ellos, los que han venido detrás... Lógica generacional.

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