Año 1
d.c. (durante la crisis -de la Covid). Mujer negra, exótica,
dedicada al mundo del espectáculo, sale al escenario medio desnuda y, a veces,
solo con una miniminifalda hecha a base de plátanos… ¿En los años 20 en París?
Pues sí, parece que “los locos años 20” del siglo pasado fueron mucho
más divertidos de lo que están siendo (por ahora) los de este nuevo
siglo.
En mi
ilustración (puedes ver otras “Chicas malas” en mi web) no pude evitar
elegir esa carismática imagen con su falda de plátanos que se convirtió en su
marca de la casa, o lo que viene a ser en términos contemporáneos, su brand
image. Pero la intrépida Josephine Baker fue mucho más que una
cabaretera al uso: bisexual, activista de los derechos civiles,
luchadora con la Resistencia francesa, primera mujer negra que
protagonizó una película comercial (Siren of the tropics, 1927) y
probablemente la primera también que se sentó a la mesa de la jet set
internacional. L@s freakies de los viajes en el tiempo la habéis visto
echándole los tejos a Irene (Cayetana Guillén Cuervo) en París en El Ministerio del Tiempo y también colaborando con el equipo de Timeless
(sí, ese plagio americano falto de carisma -y de historia- que casi acaba en
los tribunales). Y en su vida privada adoptó 11 niños de diferentes
orígenes étnicos y los educó en distintas religiones.
La
Venus Negra -como se la conoció en su época-, aparte de ser una estupenda
bailarina también fue Caballero de la Legión de Honor en Francia tras la Segunda
Guerra Mundial y una portavoz del movimiento contra la segregación racial,
negándose en sus actuaciones en Estados Unidos -en una época en la que el
racismo allí era la norma- a que se segregase a su público. Siendo ella misma
descendiente directa de esclavos (sus abuelos), la Baker renunció a su
nacionalidad estadounidense para abrazar la francesa. Habiendo empezado muy
joven como criada para familias blancas y habiendo vivido en la calle, se puede
decir que su trayectoria no fue solo meteóricamente ascendente sino también
ejemplo de una personalidad apabullante y burbujeante. Probablemente Freixenet
le habría dado el protagonismo de uno de sus anuncios de Navidad si la estrella
hubiese vivido su juventud unos años más tarde.
Hemingway, Picasso,
Cocteau o Grace Kelly se encontraban entre sus amistades. Pero
también aparecen en su biografía Fidel Castro, Martin Luther King
y Rosa Parks, transcurriendo su vida entre iconos míticos de la época
como el Folies Bergère, el Ziegfeld Follies o el Orient Express. Pero su
acceso a embajadores, ministros y cargos militares en las fiestas a las que
acudía la convirtieron en la espía perfecta durante la gran guerra,
transportando información en sus partituras… ¡Escrita en tinta invisible! Toda
una fantasía vintage para este nuevo siglo. Seguro que conoció a Mata Hari,
Agatha Christie y a Ian Fleming. ¿Todavía a nadie se le ha
ocurrido hacer una serie o una peli con semejante personaje?
Que interesante
ResponderEliminar