jueves, 10 de septiembre de 2020

Nueva etapa: el Capitán Nemo

 

El Capitán Nemo ©Rob Cristo

Año 1 d.c. (durante la crisis -de la Covid). Después de una ausencia de varios años debido al tiempo que le he dedicado a mi documental LaMemoria del Cuerpo: Formas en el Espacio-Tiempo y a la idea de que ya nadie lee blogs, he decidido volver. Así, porque me apetece, porque echo de menos escribir. Y como últimamente le estoy dedicando bastante tiempo a mi otra pasión -dibujar-, pues qué mejor que unir ambos en este blog. Voy a dedicar unas cuantas entradas a los personajes que estoy dibujando. Así, sin más, sin buscar lectores ni audiencias ni likes, por gusto.

El personaje de esta semana es el más reciente en la colección de ilustraciones que podéis encontrar en mi web: el Capitán Nemo. Misterioso, elegante, subversivo, imaginativo, vengativo, cultivado, único, cruel, ¿justo? Solo la imaginación de Julio Verne podía haber creado semejante mezcla en un único personaje. El Capitán Nemo apareció por primera vez en 20.000 leguas de viaje submarino y luego reapareció en La isla Misteriosa. Volvió locos a las autoridades y periodistas de todo el mundo que no acababan de localizar al misterioso monstruo marino que acosaba los mares y océanos. Verne (con su original audacia) nos descubriría que tal monstruo no era sino el singular Nautilus, submarino comandado por el visionario Nemo que ejercía su particular idea de la justicia para proteger los mares de la ambición humana. En el fondo un filántropo, pero a la vez probablemente el primer eco warrior de la historia, ecologista y luchador en un solo concepto. Amargado por importantes pérdidas emocionales su cordura siempre estuvo en entredicho, lo que no le evitaba ser un auténtico caballero con sus cautivos/huéspedes. Ilustrado, de ideas avanzadas, de origen desconocido (aunque luego se le atribuyera ser hijo de un rajá indio) y poseedor de ese particular “charm” que solo pueden tener los que se han educado en el más estricto “britishness”…

Su estela ha sido tan grande que otros autores han continuado o expandido su historia en novelas, cómics o películas, dándole rostros tan dispares como los de James Mason, Michael Caine o Naseeruddin Shah. Si en su nave viajó hasta el que llegara a ser centenario Kirk Douglas (defensor de los guionistas acusados de comunistas durante lo peor del macarthismo)... Y es que, ¿quién -que pertenezca a ciertas generaciones, claro- no ha soñado alguna vez con encontrar esa isla misteriosa donde se oculta el Capitán Nemo y entrar en su increíble Nautilus para dar una vuelta por el fondo del mar? Y descubrir de su mano el cementerio de los marineros, las mil y una especies aún ocultas o incluso los restos de la mágica Atlántida… Y es que además, el rebelde capitán, con su elegancia de lord, su sabiduría y su audacia aventurera, no deja de ser un furtivo, un inadaptado, un antisistema, una minoría con la que sentirnos identificad@s. El perfecto antihéroe romántico. ¿Quién sabe si hoy en día podría ser un aventurero de género fluido acorde a los tiempos que corren, surcando los mares en busca de justicia a los mandos de su nave subacuática, rodeados de pulpos gigantes, peces abisales y medusas iridiscentes? Una pena que las nuevas generaciones se lo estén perdiendo…

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