Bilbao,
año nueve d.c. (después de la crisis, o
sea, de la estafa). Sí, en España hay matrimonio
igualitario desde que Zapatero
lo aprobase en 2005. Eso no quiere decir que desde entonces no hayan seguido
aumentando los ataques homófobos. Si
hace unas semanas todo el país se revolvía ante la inmunda campaña neofascista
del autobús del odio (que, por cierto, ha dado más publicidad
positiva gratis a la comunidad trans
en
este país que cualquier empresa de marketing multimillonaria hubiera podido
hacer), esta semana nos hemos tenido que desesperar otra vez ante las
últimas noticias. Primero fue la agresión
homófoba en Holanda, sí, ese país tan moderno y liberado que fue el primero
en legalizar el matrimonio de parejas
del mismo sexo en 2001. Parece ser que una pareja de hombres fue atacada
brutalmente a la salida de un club porque iban agarrados de la mano. De nuevo, la reacción en los medios fue tal
que ha ocupado páginas en las publicaciones de todo el mundo, con fotos de
hombres de todo tipo agarrados de la mano en apoyo a la libertad de expresar tu
sexualidad cómo y cuando
quieras. Así que desde policías, personajes anónimos,
doctores, deportistas y hasta políticos, posaban felizmente agarrados de la
mano. ¿Os podéis imaginar algo así en este país? ¿Que el señor Rajoy y sus
acólitos posaran sonriendo agarrados de la mano en apoyo a los gays y sus
derechos…? ¡Ah, se me olvidaba, que este ya no es un país moderno y progresista
y por un quítame allá esos chistes puede uno acabar en la cárcel!
Y
con tintes mucho más oscuros, nos llegan recientes denuncias de que la población gay de Chechenia está
desapareciendo misteriosamente. Se hablaba ya de unos cien muertos y otros
tantos desaparecidos. Parece ser que toda la información que nos ha llegado
está basada en rumores y no en datos, ya que la población chechena en general
es tan homófoba que eso hace muy difícil recoger datos fiables. Alvi Karimov,
portavoz del gobierno checheno declaró (muy
asquerosamente, por cierto, como ya no soy periodista puedo dar mi opinión)
que “no se puede detener lo que no existe en la república. Pero si existiera,
la policía no tendría ningún problema porque sus propias familias los enviarían
a un lugar sin retorno”. Según Euromaidan Press (noticias desde Ukrania), el líder de Chechenia, Ramzan Kadyrov,
habría abierto el primer campo de
internamiento de homosexuales desde que lo hiciera Hitler en los años 30,
con la intención de ejecutar u obligar a abandonar el país a todo aquel hombre
que practique una “sexualidad no tradicional”, como les gusta llamar en este
país a la homosexualidad. Aparentemente allí se realiza terrorismo de estado, incluyendo torturas a los apresados
para que
confiesen los nombres de otros “desviados como ellos”. Se conoce la
localización de al menos uno de estos campos de concentración, una antigua base
militar situada en Argun, en el número 996 de la calle Kadyrov. Todo esto recuerda
muy peligrosamente a lo que ocurría en España durante la dictadura franquista y principios de la democracia, cuando la
homosexualidad (tanto masculina como
femenina) se pagaba con cárcel, palizas, violaciones, chantaje y
electroshocks.
Por
otra parte, y en una nota más festiva por lo ridículo del caso, el gobierno de Putin, públicamente
homófobo, ha prohibido la publicación de una conocida imagen del susodicho
macho, con maquillaje sobre el fondo de una bandera gay del arco iris (más conocida
popularmente como el meme del
“gay clown”, o sea, del payaso gay). Supuestamente esta imagen implica la
idea de que el presidente sea gay (Dios o
Diosa no lo quieran). Por lo tanto, y ante semejante infamia para la
masculinidad del todopoderoso jinete despechugado, se ha incluido este póster
entre los considerados en Rusia como “material extremista”. La pena incluye 15
días en prisión (¿en Siberia?) o el
pago de 3000 rublos (unos 53 dólares).
Como era de esperar semejante prohibición ha provocado una campaña online en la
que se comparte incesantemente la imagen del señor Putin (menudo nombrecito,
¿sabrá lo que significa en castellano? ¿Nos declarará la guerra por ello?)
maquillado como si se tratara del maestro de ceremonias de “Cabaret”.
When we rise |
Y
para acabar con más reivindicaciones
LGTB, si realmente quieres conocer una aproximación a lo que esta comunidad
ha tenido que pasar en las últimas décadas (discriminación,
agresiones, asesinatos, lucha por los derechos civiles, sida y estigma social, lucha
por el matrimonio igualitario, persecución…) os recomiendo la serie de HBO “When we rise” (con unos estupendos
Guy Pearce, Rachel Griffith, Mary-Louise Parker y Whoopi Goldberg). Allí os
lo cuentan todo. Eso sí, preparad los pañuelos porque no es para corazones
sensibles…
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