domingo, 2 de diciembre de 2012

Una jornada particular... en Bilbao I


©RM
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Secuencia 1. Exterior – día. Museo Guggenheim Bilbao.

©RM
Aquella tarde de finales de noviembre, hacía un tiempo muy bilbaíno, viento frío, txirimiri, sol que sólo aparecía cuando entrabas a un interior, arco iris… Yo había estado disfrutando con la exposición de Egon Schiele en el inevitable galeón cultural del Museo Guggenheim y, todavía bajo el shock de comprobar que aquel artista de hace ya un siglo era mucho más moderno que la mayoría de los de hoy en día, salía del monumento de titanio con la impresión de estar intentando retrasar algo. ¿Sería que se me hacía ya tarde para la convocatoria a la que me había comprometido, para participar en el concurso de bloggers de BilbaoCentro? No tenía ni idea de lo que iba a escribir en mi próxima entrada, ya sabéis que no soy yo mucho de promociones y concursos… Me disponía a cruzar la calle cuando vi algo que me llamó la atención (más bien, me dejó petrificado). Una figura masculina muy elegante salía del Hotel Domine, justo frente al museo. Primero me fijé en el maletín, de cuero negro, como los de las películas de los años 60, esos que siempre contienen algún documento valiosísimo y altamente secreto, algo que fácilmente podría llevar Steve Mcqueen en cualquiera de sus películas. Siguiendo la línea de la mano que lo transportaba, subí la mirada por un brazo trajeado, un hombro bien formado, un cuello con nuez prominente, un rostro maduro pero atractivo… -Espera, ¿no es ése…?     No, no es posible. ¿Qué hace él en Bilbao en una tarde así? ¿Estará rodando el nuevo anuncio de la conocida marca de café? O igual está en mitad del último spot de las Navidades, no sé, el de la lotería o el del cava de las burbujas… ¿Pero qué digo? Si las Navidades están ya a la vuelta de la esquina y todos los anuncios están más que rodados… ¿Entonces? Pues igual simplemente está disfrutando de un fin de semana de cultura, compras y gastronomía por aquí… Y ese maletín… ¿Qué llevará en su interior? ¿Y lo que es más extraño aún, por qué nadie parece reconocerle? ¿Será mi imaginación morbosa? Desde luego, si George Clooney estuviera en Bilbao se alojaría en el Dómine, de eso no hay duda… En ese momento me di cuenta de algo inevitable: no me quedaba otra que seguirle si quería desentrañar el misterio. El concurso de bloggers tendría que esperar.

©RM Gran Hotel Domine Bilbao, frente al Guggenheim

(Para la banda sonora de esta historia tendréis que abrir en otra ventana el siguiente enlace, omitir la publi y dejar que os inspire mientras seguís leyendo) http://www.youtube.com/watch?v=7cTj_nLEim4 

El elegante y canoso personaje llevaba un ritmo bastante rápido, así que me vi obligado a acelerar el paso para no perderle de vista. Me situé detrás con mi mejor cara de no haber roto un plato e igualé mi paso al suyo. Así, como un tándem improvisado, pasamos por delante de una de mis tiendas de muebles favoritas. Como no podía dejar de mirar su maletín, a punto estuve de tropezarme con varios de los que por allí paseaban… Fue en ese momento cuando a mi “víctima” le sonó el móvil (de diseño, claro) y pude oír un par de claves, como ocurre en las películas de espías o incluso en las del maestro Hitchcock. Las dos palabras que acerté a escuchar eran: “entrega” y “cómic”. “Entrega” y “cómic”… Resonaban en mi mente calenturienta mientras trataba de darle algún sentido… Pero he de reconocer que al mismo tiempo me distraje con algunos de los muebles de Home, que siempre me imagino en la casa de mis sueños… Para cuando volví a mirar hacia delante el corazón casi se me sale del pecho: Clooney había desaparecido. Miré a todas partes pero era como si se lo hubiese tragado el asfalto. ¿Dónde estaba? ¿Y si nunca había estado realmente allí? No sería la primera vez que sueño despierto… “Entrega” y “cómic”… Vamos, esfuérzate, ¿cuál era la clave que me estaba perdiendo? ¡Espera! ¡FLASHBACK!


©RM Home Interiores, Elcano 1 
Secuencia 2. Interior - día. Salón de mi casa.

Hace dos día había recibido un e-mail de mi tienda de cómics habitual, Joker, en el que me avisaban de que hoy, viernes, habría la presentación de un libro de historietas con la presencia del autor. ¿Sería eso lo que quería decir Mr. Clooney con la palabra “cómic”? No me quedaba otra que comprobarlo.

Secuencia 3. Exterior - día. Tienda de cómics JOKER.

Me encontraba ya en la puerta. En el interior se veía bastante gente… ¿Estaría él allí? Inmediatamente la atención se me fue hacia las estanterías con los cómics Marvel, lo reconozco, son muchos años ya de coleccionarlos. Pero no, tenía que centrarme, escanear la sala… -¡Uy, ese cómic europeo no lo había visto nunca…! Pero si está justo al lado de uno de Johnny Hazard. Y otro de El Corsario de Hierro… ¡Céntrate!- me dije a mí mismo. Y entré hasta el fondo de la sala, donde Gorka Aranburu, el autor de “Basurilla”, explicaba su obra a un grupo de adeptos embelesados. Pero no, entre ellos no se encontraban ni el actor ni su maletín. ¿Habría estado ya allí y se habría marchado? No, era imposible que le hubiera dado tiempo. Y claro, no iba a acercarme a los dependientes (por muy enrollados que sean, que lo son) y preguntarles: “¿Perdona pero, ha pasado por aquí George Clooney con un maletín sospechoso?”  Y en ese momento caí. ¿Qué otra actividad relacionada con el mundo cómic estaba ocurriendo en estos momentos en Bilbao? Y la luz se hizo.


©RM Cómics, Alda Urquijo 27
©RM Aranburu presenta "Basurilla"







Secuencia 4. Exterior – día. FNAC Bilbao.

"Pagando por ello"
Menos mal que este local está razonablemente cerca de la tienda de cómics (como todo en Bilbao, en realidad). Pero a pesar de ello llegué sin aliento, con la esperanza de que mi corazonada fuera cierta. Nada más entrar vi lo que ya sabía que me encontraría: la exposición de los originales del extraño cómic de Chester Brown, “Pagando por ello”. Y digo lo de extraño porque se trata de las propias experiencias que el autor ha tenido… con prostitutas. En fin, igual hay que leerlo para entenderlo. Inmediatamente escaneé el espacio en el que se exponían los paneles, pero para mi desmayo allí tampoco se encontraba el señor Clooney. Sin embargo estaba seguro de que esta vez mi corazonada era correcta.

–Piensa, rápido, ¿en qué sección estaría lógicamente un actor?

Así que me planté ante las estanterías de DVDs de cine y televisión. Pero sólo encontré una estupenda copia de “Con la muerte en los talones”, que no hizo más que aumentar mi angustia ante situación tan ridícula. Me sentía como Cary Grant perseguido por los mafiosos. Sólo que en este caso el perseguidor era yo. Siempre y cuando pudiera localizar al objeto de mi angustia. Al cruzarse mi ojo con una película de Frank Sinatra, caí en la cuenta. Claro, Clooney es muy aficionado al jazz, para algo su tía era la famosa cantante Rosemarie Clooney… Así que me fui derecho a la sección de música. Y cuál fue mi sorpresa al encontrarme que, entre las habituales actividades de FNAC, esa tarde se encontraba allí Amparo Sánchez (ex Amparanoia) presentando su nuevo disco. Una tía muy cercana Amparanoia, la entrevisté hace ya varios años y se podía hablar con ella de tú a tú. Allí estaba, desgranando sus letras. Y entre el público, sí, SÍ, ¡¡SÍ!! Estaba George Clooney. Pero de nuevo me extrañó que nadie pareciera reconocerle (si Amparanoia se da cuenta de quién está escuchándola seguro que le da un soponcio). Bueno, peor para ellos -pensé– Yo a lo mío, a seguirle y averiguar qué hace aquí. En ese momento, el actor recibió otra llamada y salió de entre el público (¡qué educado, es como en las películas!). Entonces vi que aún llevaba el maletín. Y entendí. La entrega no se había realizado y le estaban dando nuevas coordenadas. Afiné el oído para ver si captaba algo pero sólo pude escuchar un número: eight. “8” -pensé- ¿será el número de un portal, de un local, de una partida de póker? Esto empieza a parecerse cada vez más a una ginkana. Más me valía no perderle de vista esta vez. ¿Será el actor víctima de un chantaje y estará el maletín lleno de dinero? ¿Habrán raptado a alguna de sus novias (o novios, como afirman ciertos rumores)? –No te distraigas y síguele- la voz de mi conciencia no fallaba y decidí comportarme como un auténtico detective de cine negro...

(to be continued)

©RM Amparo Sánchez presenta su disco


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